Si algún día llegas a leer estas palabras, quiero pedirte unos minutos de tu tiempo... Quiero pedirte, que te enamores de un hombre de verdad; uno, que te persiga con la mirada, como un león hambriento; y que, se pierda en el brillo de tus ojos, aún en la oscuridad. Enamórate de un hombre, para el cual tú seas la única mujer en este mundo; y, que sea capaz de construirte un castillo, aún solo tenga un lápiz y papel.