1. Elegir el comportamiento productivo.
Es más fácil salir de fiesta en lugar de acabar un trabajo. Es más fácil poner excusas para explicar por qué no hemos hecho algo, en lugar de hacerlo. Es fácil evitar situaciones difíciles, aunque enfrentarse a esa situación nos pudiera aportar un beneficio. Las personas mentalmente fuertes, en cambio, aprenden a no perder el tiempo en actividades improductivas. Aprende a ser disciplinado en este sentido.
2. Adáptate a los cambios.
Sabemos que los cambios pueden ser incómodos, pero son necesarios. Las empresas cierran por no adaptarse a los cambios, y algunas profesiones y profesionales también se quedan en el camino. Usa tu energía en la adaptación al cambio, en lugar de resistirte a los cambios. Como se suele decir: "No sobreviven las especies más fuertes, sino aquellas que se adaptan al entorno".
3. Enfréntate a los miedos que te impiden avanzar.
Las personas mentalmente fuertes se enfrentan a sus mayores temores para continuar avanzando. Es por eso que Richard Branson solía decir que él intentaba hacer cada día una cosa a la que tenía miedo hasta que, después de hacerla en repetidas ocasiones, el miedo desaparecía. ¿tienes miedo de hablar en público? Habla en público hasta que desaparezca. ¿Te da pánico visitar a los clientes para venderles? Visita clientes hasta que descubras que no te van a comer.
4. Aprende de tus errores.
Todos fallaremos en algún momento de nuestra vida. Fallar no es nada malo, a no ser que el error haya sido en vano. Se suele decir que cada fracaso te acerca más al éxito; que cada fracaso te hace más inteligente. Pero sólo es cierto si eres capaz de aprender de esos errores. Asume siempre tus fallos y habla sin miedo de tus fracasos; sin excusas. De esa forma, la persona con la que hablas, sabe que has aprendido la lección.
5. Acéptate como eres, pero mejora.
Las personas emocionalmente fuertes se aceptan a sí mismos por lo que son y por cómo son, pero al mismo tiempo reconocen su necesidad de mejorar y desarrollarse personalmente. Es decir, está muy bien que digas: "Me quiero mucho con mis 200kg de peso" (eso es aceptación), "pero voy a intentar adelgazar un poco" (eso es ganas de mejorar).
6. Celebra el éxito de los demás.
Hay personas que por algún motivo no se alegran de que las cosas les vayan bien a sus compañeros o amigos. la gente sana (y por sana, hablamos de ser emocionalmente inteligente) se alegran sinceramente del éxito de las demás personas. Incluso están dispuestas a cooperar para ayudar a otros a alcanzar sus metas. Este tipo de personas que no ven el éxito de los demás como competencia suya, suelen tener una vida mucho más feliz, pues tienen la alegría de sus propios éxitos, así como la alegría del éxito de los demás.
7. Las personas mentalmente fuertes desarrollan constantemente sus habilidades, pero no para "lucirlas".
Son muchas las personas que buscan la constante validación de los demás, el reconocimiento público o los halagos. Pero las personas emocionalmente fuertes, no mejoran sus habilidades con el fin de sorprender o impresionar a los demás. Están intrínsecamente motivados para ser hoy mejor que ayer, y mañana mejor que hoy. Es la mejora constante.
8. Sé auténtico.
Intenta que tus palabras estén en línea con tu comportamiento, es decir, no digas una cosa y hagas otra. No prometas si no vas a cumplir tu promesa y sé fiel a ti mismo y a tus valores.
9. Comienza a ver las dificultades como oportunidades de crecimiento.
A menudo nos estresamos y ahogamos únicamente por un error en nuestro enfoque. Hay una enorme diferencia entre ver los problemas como problemas o como retos. Si sólo vemos problemas, eso nos cansa. Si, por el contrario, vemos retos, nos motiva a superarlos. Es la adversidad la que te hará mejor persona. "Ningún mar en calma hace experto a un marinero".
10. Que tu autoestima dependa de quién eres, y no de lo que consigues.
Las personas mentalmente fuertes se sienten bien consigo mismas tanto si ganan como si pierden. Eso sí, intentan hacerlo mejor la próxima vez.
11. Aprende la gratificación de largo plazo.
Debes estar dispuesto a tolerar el dolor y el sacrificio en el corto plazo para obtener una recompensa en el largo plazo. Por ejemplo, un estudiante puede elegir el placer de corto plazo (salir de fiesta y no estudiar), mientras que otro elige el sacrificio de corto plazo (quedarse estudiando y no salir). en el largo plazo, es más probable que obtenga una recompensa el estudiante que eligió sacrificarse. Ocurre igual en las finanzas personales y en una carrera profesional.
12. Sacúdete el polvo y continúa.
Un fracaso, un varapalo de la vida, no es el final. Vivirás experiencias duras, y nadie está exento de caer, pero finalmente hay dos tipos de personas: la que se levanta rápidamente y continúa, y la que no se levanta o tarda más de la cuenta en levantarse. Recuerda que muchos problemas no puedes impedir que te lleguen, pero tú eliges la actitud con la que te enfrentas a los problemas. Eso es inteligencia emocional.
13. Ni pesimista ni demasiado optimista; optimista realista.
Los pesimistas rara vez hacen algo, pero los optimistas extremos pueden ir directos a un precipicio. Las personas mentalmente fuertes son capaces de ver el lado bueno de las cosas y lo positivo de cada situación, pero no permiten que su optimismo les ciegue para no ver la realidad. Son lo que denominamos optimistas realistas (el perfil del éxito).
14. Practica la resolución de problemas activa.
Aunque suene a cliché, lo cierto es que las personas emocionalmente inteligentes no se centran tanto en los problemas, y gastan su energía en encontrar las soluciones.
15. No te centres tanto en tus debilidades, y céntrate en tus fortalezas.
Si únicamente tratas de mejorar todas tus debilidades, te acabarás frustrando. Las personas emocionalmente inteligentes reconocen cuáles son sus debilidades, pero dedican más tiempo a potenciar sus fortalezas, ya que es donde realmente son buenos y es lo que pueden usar para vencer.
16. Busca el equilibrio entre las emociones y la lógica.
Somos seres más emocionales que racionales, por lo que debemos identificar todos esos sesgos cognitivos de los que somos víctimas para entender cómo nuestras emociones pueden interferir en nuestra forma de pensar.
17. No vivas en el pasado.
El pasado ya se fue, y no se puede hacer nada por cambiarlo. Tanto si fue un pasado doloroso como si estuvo lleno de buenos momentos que ya desaparecieron, céntrate en el hoy, que es lo único que ya puedes controlar. Y a partir de ahora, comienza a crear un "futuro a la carta". Tú lo fabricas.
18. No seas cerrado de mente.
Si bien hay que conservar unos valores, lo cierto es que hay que tener cuidado con nuestras creencias e ideologías, pues a menudo son el principal problema que nos impide avanzar en la vida. Lo más probable es que la mayoría de las ideologías y creencias de la gente sean infundadas, falsas o parcialmente verdaderas. Ten siempre la mente abierta para cuestionar tus creencias, si consideras que no encuentras sentido a tu vida.