No te aferres al pasado ni a los recuerdos tristes.
No reabras la herida que ya cicatrizó. No revivas
los dolores ni sufrimientos antiguos.
¡Lo que pasó, pasó!
De ahora en adelante, pon tus fuerzas en construir
una vida nueva, orientada hacia lo alto, y
camina de frente, sin mirar atrás.
Haz como el sol que nace cada día,
sin pensar en la noche que pasó.